Reseña Histórica De La Iglesia Getsemaní II
En el año 1995 surge la idea de formar un proyecto de iglesia en la comunidad. Esta idea fue compuesta por los hermanos residentes en el sector: Julio Domínguez, Rafael Camacho, Santa Ana Jiménez, Marina de Domínguez, Grecia Parferez, Marilyn Jiménez y Denny Batista, estos pertenecían a la iglesia Getsemaní I.
Poniendo en ejecución el plan de evangelizar en nuestra localidad, se efectúa una serie de conferencias que inicio el 7 de mayo de 1995 y culmino el Sábado 27 del mismo mes. La cual fue oficiada por el hermano Mario Matos Brito, finalizando esta con un bautismo de 8 personas. A partir de este bautismo surge el grupo Getsemaní II que se congrega por primera vez el domingo 4 de junio del mismo año, en una marquesina alquilada en el sector.
Este grupo lo integraban 9 personas adultas, 9 adolescentes y 5 niños, de los cuales el hermano Teófilo Mateo dirigió el grupo con la ayuda del Hermano Mateo Batista este último fungía como director de jóvenes. El distrito de Villa Mella que así se llamaba en ese entonces estaba dirigido por el Pr. José Manuel Javier Domínguez.
El grupo de hermanos continúo la labor evangelista ya dirigida por Miguel Ángel Suero. Años más tarde siguió creciendo a tal punto que hubo que trasladarse de lugar y alquilar un local donde funcionaba una pequeña panadería. Tiempo después el grupo se reubico a una casa de madera un poco más amplia. Luego de ahí el grupo fue llamado a dirigirse a la casa del hermano Pedro Martínez por motivos de reparación y deterioro del local; Este hermano era el primer anciano para ese entonces.
Después de reconstruido el local no se quiso alquilar nuevamente porque los requisitos de arrendamiento eran innegociable. Esto fue un duro golpe para los hermanos porque daba la percepción de que la iglesia quedaba desamparada. Las gracias a Dios porque no dejo caer el animo de los hermanos y mantuvo la unidad, luego al hermano Pedro Martínez quien brindo su hogar para que la iglesia realizara sus reuniones. Allí se congrego el grupo por un lapso de 7 meses aproximadamente.
Esta situación llevo a la iglesia con la ayuda de Dios a no tener que rentar mas un local si no más bien adquirir uno propio. Después de analizar las propiedades del sector que estaban en venta se presento la oportunidad de adquirir una mejora de hojalata y zinc, dicha mejora costo unos $300,000.00 lo que significaba un poco mas de lo que la iglesia tenia ahorrado. Esta mejora fue fusionando hasta lo que es hoy el techo que nos cobija y el suelo que pisamos en estos momentos, el cual fue construido con el refrán ¨Grano a Grano se llena la Gallina el Buche¨.
El esfuerzo de construcción inicia bajo la dirección del pastor Julio Fernández quien nos encamino en este proyecto desde la compra del solar, creación del plano y recolección de fondos para la construcción.
La primera etapa de construcción fue dirigida por el Pr. Luis Pérez, en esta se hizo la zapata, paredes y columnas del primer nivel, estas quedaron a nivel de viga. Durante este proceso la iglesia se traslado a la mejora en construcción que facilitaron los hermanos Rafael Camacho y Santa Ana Jiménez. Pasado el tiempo de estar allí en medio de dificultades y aprietos todo producto del hacinamiento y la falta de recursos para regresar al local, la iglesia se vio en necesidad de pedir a la Asociación, en ese entonces Misión Dominicana del Sureste una lona de carpa, puesto a que teníamos que iniciar una serie de conferencias. Concluida la misma los hermanos observamos que debajo de la lona sobre el armazón de la construcción estábamos un poco mas cómodos y desahogados que la mejora que se nos había prestado.
Debajo de la lona duramos un periodo aproximado de 4 años con un piso de tierra que dificultaba la adoración ya que los hermanos no podían arrodillarse. Posterior a esto con la llegada del pastor Robert Vilorio este quedo sorprendido y acongojado por las condiciones infrahumanas con las que estaban adorando los hermanos de la iglesia, pero a la vez emocionado por el fervor y devoción de los miembros lo que lo llevo a expresar la siguiente frase. ¨Aquí se construirá un Templo Grande para un Dios Grande¨ tal expresión impulso el deseo de los hermanos con el apoyo del distrito a ejecutar la segunda etapa de construcción, la cual consistió en la elevación del segundo nivel, hechura del mesanine, plato y pañete. Durante todo este periodo de construcción la feligresía oficiaba sus cultos de adoración en la cancha de la comunidad.
Con la creación del distrito de Buena Vista llega el pastor Ottomar Dorado a nuestro distrito, el cual pone en ejecución lo que es la etapa de terminación, la cual consistió en la: colocación de los pisos, plomería, bautisterio, baños, puertas, pasamanos, verjado, electricidad y pintura.
Gracias a Dios hoy estamos presentes en la inauguración de esta su iglesia Getsemaní II la cual da las gracias a la Asociación Dominicana del Sureste, el Distrito de Getsemaní, Distrito de Buena Vista, y todos los hermanos, amigos y colaboradores que de una u otra manera aportaron un grano de arena para que este sueño fuese una realidad ¨de una Iglesia Grande para un Dios Grande¨.